Éxito total: Chinchinera de Ñuñoa lidera laboratorio en Santiago
El proyecto financiado por Fondart invitó a las comparsas Chinchintirapié y La Remolino a explorar nuevas formas de tocar, bailar y pensar el cuerpo en torno al chinchin.
El evento se llevó a cabo en las instalaciones de Balmaceda 1215, en el que participaron bombistas de las comparsas Chinchintirapié y La Remolino a un laboratorio metodológico centrado en el oficio del chinchin.
En él, participaron en sesiones intensivas de investigación, experimentación y transmisión cultural a través de ejercicios rítmicos y corporales. El proyecto buscó fortalecer la cohesión grupal, la técnica y la identidad del bombista carnavalero, desarrollando nuevos enfoques pedagógicos que cada participante podrá aplicar en sus propios espacios de enseñanza comunitaria.
Chinchinera de Ñuñoa lideró el espacio
La instancia fue liderada por la artista y percusionista Olga Carrasco, y se centró en aspectos fundamentales de la ejecución del chinchín, como la alineación del cuerpo, la mecánica articular, el fiato grupal y la improvisación escénica. Carrasco, describe este espacio como un “laboratorio” en su sentido más literal, “un entorno de experimentación y aprendizaje que permitió a los participantes profundizar en el manejo del bombo desde perspectivas nunca antes exploradas”, expresó.
Los bombistas participantes de las populares comparsas Chinchintirapié y La Remolino tuvieron la oportunidad de explorar técnicas que no suelen abordarse en los ensayos habituales de la comparsa, donde se prioriza a los nuevos aprendices. Entre los aprendizajes más valiosos, varios participantes destacaron la habilidad de contar los tiempos, dimensionar la duración de un ritmo mientras se baila, y coordinar las entradas en cada composición.
Carnaval La Victoria
El proceso culminó en la creación de una coreografía colectiva presentada en el carnaval de La Victoria el pasado 1 de noviembre, llamada “flashmob». En la coreografía, los bombistas aparecieron uno a uno hasta formar un conjunto que, en el clímax de la presentación, invitó al público a bailar una cueca al son de los tambores.
Esta intervención, profundamente arraigada en el espíritu comunitario, permitió a los bombistas presentarse sin acompañamiento de otros instrumentos ni bailarines, mostrando la esencia del “bombo solo” en su máxima expresión.
Para Olga Carrasco, este espacio fue el escenario ideal para compartir el resultado del laboratorio, “no podía haber mejor espacio para nuestro trabajo que las calles de una población tan histórica como La Victoria, un lugar que respira comunidad, resistencia y cultura popular.”
La autogestión vecinal que permitió incluir la propuesta en el programa de la actividad fue profundamente significativa para todos los participantes quienes destacaron “el corazón y la humanidad” con que todo se llevó a cabo.
Por último, enfatizó en que “es importante que Fondart continúe apoyando iniciativas como esta, que fortalecen y preservan el patrimonio cultural de Chile desde las mismas organizaciones comunitarias».
Te invitamos a escuchar la entrevista completa del Somos Los Que Somos, donde conversamos de manera exclusiva con Olga Carrasco.
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