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No Estoy Creici: "Las disidencias tenemos la tarea de reconquistar nuestra infancia" - Ñuñoa tu radio
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Fernando Castillo @noestoycreici

No Estoy Creici: «Las disidencias tenemos la tarea de reconquistar nuestra infancia»

Por Ñuñoa tu Radio

En conversación con ÑuñorkCity Disidente, el reconocido influencer y podcaster hablósobre su reciente aventura literaria y el camino de inspiración recorrido a punta de rebeldía frente a los estereotipos de género establecidos.

Comenzó hace un tiempo a ser conocido mediante la publicación de breves videos en redes, siempre con un tono jocoso y a la vez ácido, relatando situaciones cotidianas con un desparpajo pocas veces visto en el ambiente hipereditado de las redes sociales. Fue su estilo espontáneo lo que les llevo junto a su partner Weona Que Rabia a convertirse en uno de los podcast más escuchados de la plataforma Spotify en Chile. Fernando Castillo es el nombre detrás de Weona Que Creici, todo un representante de las disidencias sexuales, con un público fiel que se identifica con sus vivencias y con un repertorio creativo que no para de reinventarse.

Recientemente publicó su novela autobiográfica “Monos piluchos”, que según cuenta es un sueño que siempre tuvo desde la infancia, pero dándole un giro diferente a las historias que siempre le gustaron.

Castillo describe en conversación con ÑuñorkCity Disidente que escribir su libro fue «lo más cercano a crear un juguete propio o escribir un libro que me hubiera gustado leer… Yo quería se novelista de niño, me gustaban mucho los libros pero después mi familia me dijo que no, que era muy poco rentable y luego estudié cine, tanto más rentable (risas)».

Si bien se podría catalogar esta obra como autoficción, el influencer puntualiza que no le interesa ser parte de un género en particular, sino más bien escribir historias con un desarrollo propio, mezclando realidad y ficción.

«Tomé un montón de hechos reales que le pasaron a gente que conozco, a mí mismo y que ficcioné, pero bueno uno también ficciona cosas que cuenta como si fueran verdad. Fue muy orgánico, fui escribiendo, hay hartas cosas que quedaron fuera, primero me súper estructuré lo que iba a ser la novela y después empecé a escribir otras cosas», relata.

Un niño de pueblo chico

Una parte importante de su libro está dedicada a relatar el particular punto de vista de un niño de pueblo chico, al igual que Fernando quien creció en Tomé, y que ve desde lejos un mundo ajeno, pero al cuál desea pertenecer, no sólo por gusto, sino por sobrevivencia.

No estoy Creici explica que «la provincia no es como Santiago, uno ve no sólo los avances legislativos sino también sociales y culturales, uno los ve más como un cuadro estético, como que no llega tanto, no se siente que es tan propio, hay una cuestión idiosincrática que no es tan fácil de cambiar, eso lo viví yo en los 90′ y hoy creo que todavía es así».

Para Fernando su libro también pretende ser una instantánea de un momento que muchos quisieran dejar atrás, con otros márgenes de apertura hacia lo diferente, y con obstáculos muy difíciles de afrontar tanto a nivel social como familiar.

“Me di cuenta que si yo no tenía una vida  más o menos como yo quería vivirla, me iba a ir a la mierda, y empecé en ese pueblo chico y fui a una tienda de retail y había una prenda de chica que habían dejado en la sección de chicos y que decía Fuck me now, love me later y yo como chica del pueblo me compré una de dos tallas mas chicas creyéndome divina«, cuenta.

Y agrega: «Me pintaba los ojos, me empecé a maquillar, me pintaba las uñas y me hueveaban un montón me trataban remal igual unos tipos, me querían pegar, pero después de eso fue que dije o vivo mi vida o nada y aún dentro del closet. Era esta persona rara, que se pintaba los ojos, las uñas. Nadie más lo hacía en el pueblo, que se suponía era hetero«.

Con la distancia del tiempo, Fernando describe el camino recorrido como una cuestión fundamental y que es la fuente de inspiración de todo lo que realiza hoy en día: “Yo sentía que tenía que irme, que tenía que estudiar cine, algo que me obligara a irme de alguna forma. Mi mamá se resistió mucho. Y ahora la ví de vuelta, fue a ver mi show, de temas muy similares de la infancia cola y nos reencontramos y fué bacán darme cuenta que las elecciones nunca fueron las equivocadas cuando elegí por mi felicidad».

«Manolo Blahnik rodeado de mierda»

Sobre sus referentes agrega que la televisión por cable le abrió muchísimo la perspectiva de quien quería ser y, aunque la expectativa y la realidad difícilmente conjugaban, el horizonte que mostraban series como Sex and the city era suficiente para hacer volar la imaginación.

Dice que «en el año 97′ se estaban mostrando personas trans interpretadas por ellas mismas en algunos capítulos. En el primer capítulo aparecen unas drags, van a discos colas, hay hombres besándose, como que era un mundo al que yo aspiraba (…) un Manolo Blahnik rodeado de mierda de perro. Esa la imagen que yo tenía y eso me ayudó muchísimo”

El libro también se toma de los estereotipos masculinos que habitaron su infancia como el colegio de hombres, la relación con el padre o el fútbol. No Estoy Creici añade que “por eso hay harto pene en el libro, porque aludo a esos significados, desde lo infantil, creo que también hay una vibra punkie en términos de juguetón cierta maldad por ahí».

«Me llama mucho la atención cuando los hombres quieren impresionarse en otro hombre, de algún modo tienen negado el deseo por otro hombre pero al mismo tiempo desean ser ellos. Este fenómeno muy homoerótico, Cristiano Ronaldo o Alexis Sánchez, que los hombres parecen casi desearlos pero se ponen un límite y para evitar desearlos quieren ser ellos”, opina.

Si escribir este libro ha sido una forma de resignificar sus vínculos, también lo ha sido en términos de darle otro enfoque a una infancia complicada. Al respecto, agrega que «las disidencias tenemos la tarea de reconquistar nuestra infancia. Mucha gente decidió olvidarla por traumática y supongo que hay polvo que remover».

«Sería bacán echarle un poquito de bálsamo y poder quererse de nuevo. De las cosas que fueron dolorosas ojalá esté la posibilidad de reírse después de un tiempo. Ojalá que alguien lea este libro y se sienta menos solo, sería bacán», concluye. 

Escucha la entrevista completa a Fernando Castillo en ÑuñorkCity Disidente a continuación:

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